12 oct 2009

Los Fantasmas del Ayer


Algunas veces cuando alguien resulta ser muy importante en tu vida, y por alguna extraña situación las cosas no funcionan, su fantasma te sigue por todas partes, como una sombra.

Una sombra que a veces parece asecharte, como queriendo saltarte encima y apoderarse de tu vida y de todos tus sueños. Y que otras veces se aparece delante de ti en tus mejores momentos y te borra la sonrisa con su sola presencia.


Una sombra que te pesa, tanto como una joroba, que no te permite enderezarte, y estirarte para levantar la mirada al cielo; o como unos zapatos de cemento que te jalan a tierra cuando quieres levantar el vuelo.

Y no puedes hacer nada para quitártela de encima, porque dentro de ti te mueres de ganas por que nunca te deje, por que dentro de tu corazón le pides a Dios todos los días, que uno de esos el te de la noticia de que va a regresar, de que se ha arreglado lo que estaba mal, y de que esta vez y para siempre, estarán juntos.

Y no sabes lo que es peor, si arrastrar esa sombra tras de ti siempre, o quitártela de encima. Que podrá ser menos doloroso, si reconocer que te pasas las noches recordando, o tragarte el dolor de sentir que te desgarren el alma y renunciar definitivamente a el.

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